Todos pertenecemos a una diócesis y una parroquia territorial según donde vivimos. Así que todo fiel tiene un obispo y un párroco responsable por la salvación de su alma. Podemos también pertenecer a una parroquia personal o otros tipos de comunidades para ayudarnos a crecer espiritualmente y que nos dan más oportunidades para servir a la iglesia.
Muy poca gente que asiste a nuestra comunidad viven en el territorio de la capilla. Sin embargo, pueden elegir pertenecer. Estos registros nos ayudan a saber quiénes son las personas que participan con nosotros. Ayudan también para estadísticas y planeación.
Pedimos que los que quieren pertenecer a la comunidad acudan a misa con nosotros por lo menos una vez al mes y participan con su tiempo y su recursos en la medida que les sea posible.